Una gabarra es un barco pequeño y chato, de quilla plana. Construido principalmente para el transporte de mercancías y bienes pesados. Puede tener la bodega abierta o la cubierta elevada.

Por normal general, las gabarras no son autopropulsadas, precisando de algún medio de arrastre.

Antiguamente esta labor se llevaba a cabo por animales de tiro que iban por un camino adyacente, o bien por personas a la sirga o a remo.

En la actualidad esta labor la ejecuta generalmente un remolcador.

Las gabarras fueron elementos indispensables en la industrialización vizcaína iniciada a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

Por la ría se transportaban en estas barcazas, toneladas de minerales desde las minas hasta los 23 cargaderos existentes entre Olabeaga y Portugalete.

El término gabarra proviene del euskera: kabarra.

Sólo en la jurisdicción de Deusto, había en 1885 más de 100 artefactos flotantes entre gabarras, gabarrones y otras embarcaciones menores, todas ellas de madera. En esta misma época se empiezan a construir en los astilleros vascos las primeras embarcaciones de casco de acero. Pese a contar con una industria siderúrgica cuyo fin era entre otros la construcción naval, la construcción en madera persistió hasta entrado el siglo XX.

Con el comienzo del siglo, y la implantación de los modernos astilleros de Euskalduna y La Naval se generaliza el casco de hierro para la navegación comercial y para la construcción de pontonas, gabarras, gánguiles y remolcadores.